Estudiamos
el potencial humano.
Mi Mente es un observatorio enfocado en la recolección de datos que sirvan para entender los usos y percepciones que diferentes actores tienen y le dan a sustancias psicodélicas enfocadas en tratar desórdenes mentales, en función de generar conocimiento para un uso responsable cuando estas sean aprobadas y legalizadas.
– Identificar todo el ecosistema de entidades, profesionales, académicos y privados que están interviniendo en el uso terapéutico de los psicodélicos.
– Promover el uso responsable basado en información veraz y suministrar evidencia suficiente para cuando su uso sea aprobado.
– Identificar quienes y que uso le están dando las personas a estas sustancias, para tener un mapa más claro del consumo de sustancias psicodélicas.
– Promover la generación de conocimiento en este campo a través de diversas iniciativas como artículos, conferencias, apoyo a medios y otros canales de información que ayuden a divulgar el uso informado de estas sustancias.
Generar conocimiento que esté asociado a experiencias basadas en el uso de sustancias alucinógenas de manera terapéutica, generando datos que apoyen el desarrollo de terapias alternativas mentales.
Ayudar a conectar y fortalecer el ecosistema de instituciones y entidades, tanto público como privadas, que estén trabajando de manera científica, terapéutica y formativa sobre el uso de alucinógenos en terapias mentales alternativas.
Ayudar en la búsqueda de nuevas herramientas creativas mentales que sirvan para enfrentar los retos que exige tener hoy en día una mente, tanto saludable como creativa.
Son sustancias psicotrópicas o alucinogenas como la Psilocibina, que afectan el sistema nervioso central alterando la liberación de serotonina. Esta sustancia es un agonista del neurotransmisor involucrado en la percepción sensorial, la regulación conductual y el estado de ánimo provocando efectos alucinógenos.
Drogas que principalmente afectan al modo en que el cerebro procesa la sustancia química llamada glutamato. Estas drogas pueden hacer que las personas se sientan desconectadas de su cuerpo y de su entorno.
Drogas como la MDMA, la ibogaína y la salvia afectan a varias funciones del cerebro para provocar efectos tanto como psicodélicos y/o disociativos, estas sustancias como las anteriores también han sido usadas en tratamientos terapéuticos.
